Nos Estamos Haciendo Intencionalmente Más Pequeños

Si conoces algo de la UBA, probablemente has oído decir: "La UBA es la asociación más grande en toda la Convención Bautista del Sur". Usualmente, cuando me presentan a una persona o en algún evento, esa declaración es la que acompaña mi nombre, como si fuera una extensión halagadora de mi título. Lo mismo podría decirse de mi antecesor, bajo el cual se produjo el período de crecimiento más extenso de la UBA.

No hay nada malo en ser grande. Pero cuando ocurrió el huracán Harvey en el 2017, nuestra incapacidad para comunicarnos con muchas de las 550 iglesias en nuestra lista planteó esta pregunta: ¿quiénes son realmente las iglesias de la UBA?

ENTENDIENDO NUESTRO TAMAÑO Y MEMBRESÍA

Hay muchas razones para el tamaño de la UBA, pero el factor más significativo es nuestra geografía. Tenemos una ciudad extraordinariamente grande (cuarta en los Estados Unidos) en un condado grande (el condado de Harris tiene casi 1,800 millas cuadradas) con una sola asociación. Lugares como Los Ángeles y Atlanta tienen múltiples condados y asociaciones en un área de tamaño similar.

Tenemos una rica historia. UBA fue la primera asociación en Texas y ayudó a formar la primera convención estatal. La UBA aún conserva algunas iglesias miembros desde sus primeros días, como la Primera Iglesia Bautista de Houston, miembro desde su inicio en 1841, y once iglesias adicionales que han sido miembros por más de 100 años.

Tenemos una gran diversidad. La diversidad étnica de Houston se refleja entre las congregaciones miembros de la UBA: aproximadamente un tercio de nuestras iglesias son predominantemente anglos, un tercio son predominantemente afroamericanos y el tercio restante son grupos hispanos, asiáticos y de otro tipo.

Sumando todo esto y la UBA en un tiempo fue más de 600 iglesias—en el registro. Tenga en cuenta el detalle crucial: el registro. Nos habíamos convertido en una típica iglesia bautista: nuestra lista de miembros era una historia, mientras que las iglesias en relación activa eran completamente diferentes.

HACIENDO LA PREGUNTA: "¿QUIENES SOMOS?"

Si alguna vez has visto un final emocionante para un evento deportivo, es posible que hayas visto a las multitudes "acometer" el campo de juego. Se puede entender esas emociones fácilmente: los seguidores del equipo ganador quieren celebrar la victoria junto a los jugadores en el campo de juego. Y si la multitud de personas que acometen el campo de juego llevan los colores o camisetas de su equipo, puede momentáneamente ser difícil distinguir a los jugadores de los espectadores.

En el 2019, el personal de la UBA se propuso distinguir a los jugadores del equipo de los espectadores que usaban las camisetas del equipo. Invertimos un año entero actualizando nuestro registro, haciendo llamadas, enviando correos electrónicos, tomando café y almuerzos con pastores y personal de las iglesias, visitando iglesias durante la semana y los domingos, e incluso en algunos casos apareciéndose sin previo aviso cuando todo intento de comunicarnos fallaba.

Queremos que cada iglesia sea parte comprometida de lo que es la UBA, pero la membresía se verá diferente a partir de ahora.

Hicimos esto con un simple y amoroso mensaje: "Queremos que cada iglesia sea parte comprometida de lo que es la UBA, pero la membresía se verá diferente a partir de ahora".

Antes de continuar, sé lo que algunos de ustedes están pensando: "Se trata de dinero". No. Pedimos a todas las iglesias que hagan lo mismo: invertir en el trabajo y compartir la carga. Para algunas iglesias, esa cantidad es y debería ser mayor que otras, pero no tenemos una cantidad mínima de donación. Pedimos a las iglesias que den sacrificialmente porque creen en el trabajo y la misión.

Aquí hay un antecedente divertido: en la última década, no más del 45% de las iglesias de la UBA han contribuido algo en un año determinado. Así que, volviendo a la analogía deportiva, claramente teníamos iglesias que formaban parte del equipo en el campo de juego y otras que observaban desde las gradas.

LA MEMBRESÍA DEBE SIGNIFICAR ALGO

A través de consultas con el Equipo de Moderadores y el Consejo de Liderazgo de la Asociación, los mensajeros aprobaron cambios a los estatutos de la UBA que determinan la membresía en la UBA. La membresía solía estar determinada por un pacto firmado, mientras que la capacidad de sentar un mensajero (aquellos que pueden votar en los negocios de la asociación y ocupar posiciones de liderazgo) se limitaba a aquellas iglesias miembros que apoyaban financieramente a la asociación y presentaban un Perfil Anual de Iglesia ( ACP) En otras palabras, una iglesia podría seguir siendo por perpetuidad miembro en la lista sin apoyar o participar en el trabajo de la asociación.

La membresía en la UBA ahora está determinada por el pacto y compromiso de la iglesia, demostrado por la voluntad de la iglesia de invertir en el trabajo y compartir la carga de ser realmente una red colaborativa de iglesias que avanza estratégicamente el evangelio de Jesucristo.

Para que una iglesia sea considerada un miembro activo de la UBA, debe haber contribuido financieramente en uno de los tres años más recientes y haber tenido de alguna manera una comunicación significativa y bidireccional con la asociación, esto lo que medimos participando en un servicio, consultas, compañerismo, asistir a algún programa, invitar al personal de la UBA visite la iglesia, etc. Para que las iglesias sienten Mensajeros, las iglesias deben estar activas y haber contribuido financieramente en los últimos 12 meses.

Estas son las diferencias reales entre el sistema antiguo y el nuevo:

  • La UBA está todavía muy interesada en entender lo que está sucediendo en las iglesias, y aunque el ACP es parte de ese esfuerzo, ya no es necesario para ser miembro. 

  • Las contribuciones financieras por sí solas ya no son suficientes para indicar que una iglesia está en asociación activa con la asociación, ni tampoco es una conexión relacional cuando no hay apoyo financiero. 

  • Y finalmente, las iglesias que no logran mantener su estado activo en tres años consecutivos serán retiradas de la lista. Después de ese tiempo, deben solicitar unirse a la asociación a través del proceso de “watchcare”.

ENFRENTANDO LA VANIDAD DE LAS MEDIDAS MÉTRICAS

Nos habíamos convertido en una iglesia bautista típica: nuestra lista de miembros era una historia, mientras que las iglesias en relación activa eran completamente diferentes.

Voy a ser honesto. Valoro la transparencia. Me fascinan las buenas estadísticas.

Sin embargo, tampoco quería ser el nuevo director ejecutivo de la asociación más grande en la vida de la Convención Bautista del Sur que redujo drásticamente su tamaño en el primer año en su posición. Muchas preguntas pasaron por mi mente tarde en las noches.

¿Perderíamos la estima de las personas y organizaciones que nos valoran por nuestro tamaño? ¿Seríamos criticados por perder iglesias y aparentemente cumplir con los escenarios fatalista de la desaparición de las denominaciones que son tan frecuentes hoy en día? ¿Criticarán mi liderazgo porque aparentemente el nuevo director no puedo sobrellevar el peso de todas las iglesias como lo hizo su antecesor?

Existen numerosas razones por las cuales las iglesias han decidido unirse a la UBA a lo largo de los años, pero probablemente hay menos razones por las que las iglesias deciden intencionalmente seguir siendo parte de la asociación. Simplemente queremos enfocarnos en esas razones. No nos preocupa ser la asociación más grande. Queremos ser una asociación que sea la más intencional sobre la Gran Comisión y que sea impulsada por la membresía de iglesias más comprometidas.

 

Entonces, de ahora en adelante, solo escuchará al personal referirse a nuestro tamaño por la cantidad de iglesias activas que tenemos. A partir de ahora, ese número es de aproximadamente 315 iglesias en la UBA. Creo que este número solamente aumentará en los próximos años. Pero no estamos tratando de crecer por simplemente crecer. Intentamos ser intencionales, innovadores y colaborativos porque la Gran Comisión no se puede lograr de otra manera.